LA RELIGIÓN UNIDA
por:
Artemus Lamb
LA UNIDAD
FUNDAMENTAL DE LA RELIGIÓN
El tiempo preordinado
para los pueblos y naciones de la tierra ya ha llegado. Todas las Promesas de
Dios, según registradas en las Sagradas Escrituras, han sido cumplidas. Desde Sión
ha salido la Ley de Dios y Jerusalén y sus montañas y campos están llenos de la
Gloria de Su Revelación. Feliz el hombre que pondera en su corazón aquello que
ha sido revelado en los Libros de Dios, Él que Ayuda en el Peligro, Él que Subsiste
por Sí Mismo.
Bahá'u'lláh
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Cuando
hablamos de las otras religiones nos referimos a las grandes Religiones
mundiales como el hinduismo, el judaísmo, el zoroastrianismo, el budismo, el
cristianismo, y el islam, más bien que a los numerosos grupos y sectas en que
éstas se han dividido. Al escrudiñar estas Religiones, encontramos que cada una
fue fundada originalmente por un Hombre que proclamó ser Portavoz de Dios (Profeta,
Mensajero, Manifestación, Salvador), del Único y Mismo Dios, Ser Supremo, Creador,
Invisible, Incognoscible.
Las
Enseñanzas reveladas por estas Manifestaciones se dividen en dos partes
principales:
1)
Enseñanzas
espirituales, las cuales son eternas.
2)
Leyes
y normas sociales que cambian de época en época según las necesidades evolutivas
de la humanidad.
Las Enseñanzas
espirituales originales de todas estas Religiones son básicamente iguales,
pues se fundan en la Verdad Eterna y la Verdad es Una. Lamentablemente con el
transcurso del tiempo, estas Enseñanzas espirituales divinas van sufriendo
alteraciones y cambios de parte de los hombres, hasta que finalmente se quedan
enterradas bajo una montaña de credos, interpretaciones, ritos, tradiciones y
supersticiones de invención humana y la religión se divide en sectas, cada una
con su propia colección de estos inventos humanaos. Así está la condición del
mundo en la actualidad.
Según
las Enseñanzas bahá'ís, no sólo son estas grandes Religiones de origen Divino,
sino son eslabones de una misma cadena de Revelaciones progresivas de la
Voluntad de Dios, reveladas bajo distintos nombres en diferentes épocas de
acuerdo con la evolución de la humanidad y la Sabiduría divina. Este proceso
comenzó hace millones de años con la aparición del hombre en la tierra y
continuará hasta el fin que no tiene fin, pues el hombre siempre necesita la
Guía de su Creador. Las grandes Manifestaciones y Profetas son en perfecta
unidad, cada Uno confirma la Misión de Su Predecesor y profetiza la venida de
Su Sucesor. Escribió Bahá'u'lláh:
Cuidaos, oh
creyentes en la Unidad de Dios, de ser tentados en hacer distinción alguna
entre las Manifestaciones de Su Causa, o de menospreciar los signos que han acompañado
y proclamado Su Revelación. Esto es, de cierto, el verdadero significado de la
Unidad Divina, si sois de los que comprenden esta Verdad. Además, estad seguros
de que las obras y hechos de cada Una de estas Manifestaciones de Dios, más
aún, todo lo que a Ellos atañe y todo lo que manifiesten en el futuro, está
ordenado por Dios y es un reflejo de Su Voluntad y Propósito. Quienquiera que
haga la más leve diferencia entre Sus Personas, Sus Palabras, Sus Mensajes, Sus
Hechos y Costumbres en verdad ha dejado de creer en Dios, ha repudiado Sus Signos
y traicionado la Causa de Sus Mensajeros.
Bahá'u'lláh
Ahora
bien, ¿dónde encajan Bahá'u'lláh y la Fe bahá'í en este cuadro? Es muy
sencillo, Bahá'u'lláh es la más reciente de estas grandes Manifestaciones de
Dios, Quien ha venido de acuerdo con el Plan Divino para traer a la humanidad
la revelación de la Voluntad y Propósito de Dios para nuestros tiempos. Las
Enseñanzas, Leyes e Instituciones reveladas por Bahá'u'lláh constituyen las
bases de la Fe bahá'í, es decir, de la etapa actual de la Religión de Dios.
LA
FE BAHÁ'Í Y EL CRISTIANISMO
Ahora
en vista de que nosotros los habitantes de las Américas somos casi todos de
fondo cristianismo, nos es de interés especial entender la relación exacta
entre Cristo y Bahá'u'lláh, entre el cristianismo y la Fe bahá'í. Explicaremos
brevemente. Dice la Enseñanza bahá'í:
La
Causa de Bahá'u'lláh es la misma Causa de Cristo. Es el mismo templo y la misma
base. Con la venida de Cristo, las Enseñanzas divinas fueron dadas de acuerdo
con la infancia de la raza humana. Las Enseñanzas de Bahá'u'lláh tienen los
mismos principios básicos, pero han sido dadas de acuerdo con la etapa de madurez
de la humanidad y las necesidades de esta época. 'Abdu'l-Bahá
Una
gran parte del mundo cristiano espera desde el año 1844 el “retorno” de Jesucristo.
Igualmente, los seguidores de las otras religiones esperan el “retorno”
de su Profeta y la llegada de una nueva Manifestación de Dios, Quien vendrá
para unir a la humanidad y establecer un nuevo Orden de justicia y paz en la
tierra. Precisamente en el año 1844 se levantó en Persia (actualmente Irán), El
Báb (“Puerta”)
para anunciar la Era bahá'í y la venida de Bahá'u'lláh. Para los cristianos
Bahá'u'lláh es el “retorno” de Cristo en la “Gloria del Padre”. Igual que “Cristo”
es un título que significa “El Ungido”, “Bahá'u'lláh” es un
título que significa “La Gloria de Dios”. Para los
seguidores de las otras religiones Bahá'u'lláh también es su “Prometido”.
Pero
si Bahá'u'lláh es realmente el retorno de Cristo, ¿Por qué todos los cristianos
no lo han reconocido todavía?
La
historia religiosa nos da claramente la contestación. Cada vez que ha aparecido
una nueva Manifestación de Dios en la tierra, no sólo no ha sido reconocida por
la mayoría de la gente, sino ha sido objeto de burla y escarnio. Una razón ha
sido la oposición de los dirigentes religiosos de las Dispensaciones anteriores
que ven una amenaza a su dominio; otra es la interpretación literal y material de las profecías en
vez de comprender su verdadero significado simbólico y espiritual. La primera
venida de Jesucristo es un ejemplo clásico. Los seguidores de Moisés (los
judíos) estaban esperando día y noche la venida del Mesías. Sabían de memoria
la letra de las profecías referentes a Él, pero cuando vino, todos menos un
puñado de personas humildes Lo rechazaron porque no entendieron el significado
espiritual y simbólico de estas profecías. Las profecías decían que el Mesías
saldría de una ciudad desconocida, se sentaría sobre el trono de David, vendría
con una espada de acero, reinaría con un cetro de hierro, cumpliría la Ley de
los Profetas, conquistaría el Este y el Oeste, glorificaría a su pueblo
escogido, etc. Pero cuando Jesús no las cumpliera literal y materialmente, dijeron que era un impostor.
Hoy
en día la misma cosa está sucediendo. Aunque la mayoría de los cristianos entienden
y aceptan la interpretación simbólica y espiritual de las profecías referentes
a la primera venida de Cristo, no es así en cuanto a Su segunda venida. Creen
literalmente que el mismo Jesús vendrá sobre una nube, que todos los ojos lo
presenciarán de una vez, que el sol y la luna dejarán de alumbrar y las
estrellas caerán sobre la tierra, etc. Aunque estos eventos sean físicamente
imposibles y contrarios a la manera de venir Jesús anteriormente.
Dice
Bahá'u'lláh:
Sabed
verdaderamente que el propósito fundamental de todos estos términos simbólicos
y alusiones enigmáticas, que emanan de los Reveladores de la sagrada Causa de
Dios, ha sido de poner a prueba a los pueblos del mundo, para que de este modo
pueda ser distinguida la tierra de los puros e iluminados de corazón del suelo
perecedero y estéril. Ese ha sido el método de Dios entre Sus criaturas desde
tiempo inmemorial, y esto queda atestiguado en los registros de los Libros
Sagrados.
Bahá'u'lláh
La Fe bahá'í
explica el “retorno” en esta forma: Que no es el retorno de la persona,
sino de las mismas cualidades, perfecciones, luz, espíritu y poder en otro
templo humano: No es la esencia que se refiere, sino a las cualidades. Por ejemplo,
hubo una flor el año pasado, y este año pasado ha vuelto. Ahora bien, no quiero
decir que ha vuelto la misma flor con su idéntica individualidad, pero como
esta flor tiene las mismas cualidades que la del año pasado, como tiene su
mismo perfume, suavidad, color y forma, digo la flor del año pasado ha vuelto.
'Abdu'l-Bahá
Otro
ejemplo: Según las profecías antiguas, Elías debía venir antes que el Mesías.
Así es que cuando vino Juan el Bautista, la gente le preguntaba si era Elías, y
Él contestó: “No soy Elías”. Posteriormente, en el Monte Tabor, se le preguntó
a Cristo: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga
primero?, y Cristo les contestó:
Pero
os digo que Elías ya vino. (Marcos
9:11,13). La persona e individualidad de Elías no regresaron en Juan el
Bautista, sino las mismas cualidades y la misma misión.
Además,
de todo esto, Cristo advirtió claramente que vendrá el Señor de aquel siervo
en día que éste no espera, y a la hora que no sabe (Mateo 24:50), y más el día del Señor vendrá
como ladrón en la noche. (II
Pedro 3:10, Mateo 24:36-41; Marcos 13:32-37; Apocalipsis 3:2-3; 16:15-16)
En
realidad, Cristo hizo dos promesas: que regresaría en el tiempo del fin, en la gloria
del Padre, y que otro vendría. Ambas declaraciones significan la misma
cosa, que otra gran Manifestación de Dios con las mismas cualidades,
perfecciones y espíritu vendrían en un templo humano. También la Biblia dice
claramente que el nuevo prometido llevará un nombre nuevo (Isaías 62:2, y Apocalipsis 2:17 y 3:12).
Los bahá'ís creemos que este nombre es Bahá'u'lláh, la Gloria de Dios, y
que todas las profecías de la Biblia, tanto del Antiguo como del Nuevo
Testamento – y son muchas – referentes a la venida de la Gloria de Dios, se
refieren a Bahá'u'lláh.
EL PROMETIDO HA
LLEGADO
En
breve, la Fe bahá'í está anunciando que la gran Manifestación Universal de Dios
que la humanidad está esperando tan ansiosamente ha venido de acuerdo con las
antiguas promesas en la persona de Bahá'u'lláh, para unir a las razas, naciones
y religiones de la tierra y establecer el largamente prometido Reino de Dios en
este mundo, tan atribulado y atormentado.
Si
es la verdad, obviamente no hay otra cosa en esta vida que se puede comparar en
importancia. Las pruebas son numerosas y claras, pero cada alma tiene que
investigar y decidir por sí misma si puede aceptarlas, por cuanto la fe de ningún hombre
puede depender de otro que no sea él mismo. Bahá'u'lláh
En
las mismas palabras de Bahá'u'lláh, la Gloria de Dios:
¡Oh
pueblo! El Día prometido a vosotros en todas las Escrituras, ya ha llegado.
Temed a Dios y no os abstengáis de reconocer al Único que es el objeto de vuestra
creación. Apresuraos en ir hacia Él. Esto es mejor para vosotros que el mundo y
todo lo que hay en él.
Nosotros
sólo deseamos el bien del mundo y la felicidad de las naciones… Que todas las
naciones tengan una fe común y todos los hombres sean hermanos, que se
fortalezcan los lazos de afecto y unidad entre los hijos de los hombres; que
desaparezca la diversidad de religiones y se anulen las diferencias de raza. ¿Qué
mal hay en esto?... Pero, esto se cumplirá, estas luchas sin objeto, estas
guerras ruinosas desaparecerán y la “Más Grande Paz” reinará… Que ningún hombre
se gloríe de que ama a su patria; que más bien se gloríe de que ama a sus
semejantes. La tierra es un solo país y la humanidad sus ciudadanos.
ALGUNAS ENSEÑANZAS
BÁSICAS DE LA FE BAHÁ'Í
1.
Investigación
independiente de la verdad.
2.
Unidad
del género humano.
3.
La
base de las religiones es una sola.
4.
La
religión debe ser causa de amor y unión.
5.
Abolición
de los prejuicios de raza, nacionalidad, religión y clase social.
6.
La
religión y la ciencia deben marchar armoniosamente.
7.
La
educación universal.
8.
Un
idioma auxiliar universal.
9.
Igualdad
de derechos y oportunidades para hombres y mujeres.
10. Resolución espiritual de los problemas
económicos-sociales.
11. La paz universal.
12. Un tribunal
internacional de justicia.
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